Copi i Ocaña al purgatori

Al dramaturgo Copi y al pintor y «reina» de las Ramblas barcelonesas Ocaña les unía la misma visión canalla y explosiva de la vida y del deseo. Su condición de seres diferentes, en una sociedad marcadamente heterosexual y la lucha constante para hacerse oír en un mundo que les iba en contra fueron la verdadera chispa, el verdadero combustible del que se nutrió su creación. La obra reúne a los dos hombres después de muertos, en un más allá de la fábula, con Pier Paolo Pasolini como árbitro. Un pequeño juguete dramático para presentar el lado más humano e íntimo de ambos artistas. Y también una visión panorámica de una época, a menudo olvidada: la Barcelona canalla de los explosivos años setenta.